miércoles, 28 de octubre de 2015

Crítica: Bioy, de Diego Trelles

Con esta novela, Diego Trelles Paz, Lima (1977), refresca la memoria a los que vivieron, y enseña a los que no, los años más sangrientos del Perú. Nos muestra como la cura puede ser similar o igual que la enfermedad. Y es que es difícil imaginar que el personaje principal, Bioy Cáceres, el inocente cabo, perdido en un lugar liderado por personas psicológicamente inestables, se convertiría, en un líder de una sangrienta banda criminal.
La brutalidad desmedida, que es advertida por el autor desde la primera página, con la que las Fuerzas Armadas y Sendero Luminoso se enfrentaron, se verá reflejada en cada uno de los personajes. Trelles, nos muestra cómo las víctimas se pueden convertir, a raíz de las secuelas del maltrato recibido, en victimarios, en seres inocentes, que se sienten desorientados en una guerra que quizá no comprenden del todo, a violentas personas que no tienen remordimiento por delinquir y asesinar. Los sentimientos que uno siente por los personajes cambian constantemente; tal es el caso de Bioy: que en el primer capítulo nos hace sentir pena y compasión, y luego repudio y odio. Él pasa por un episodio violento y degradante que lo marcaría para siempre. Será obligado a presenciar los constantes actos de violencia, que van desde el maltrato físico y psicológico, hasta la violación.
El autor, no nos deja la posibilidad de dejar de sentir violencia. Inclusive en el capítulo III (que puede ser visto como una pausa necesaria para entender a Marcos), los escritores del Blog escriben con odio, resentimiento y salvajismo.

Originalidad
Es una novela con mucha influencia de Mario Vargas Llosa y Roberto Bolaño. Pero que tiene un toque personal. A pesar de que es un poco molesto leer el capítulo III, le da un cambio a la historia, una pausa, un respiro, que puede generar fastidio, porque en los dos primeros capítulos se desarrolla la historia de manera rápida, interesante que mantiene en vilo al lector, pero que Trelles considera necesario. Se arriesga en mostrarse original. Juega con el lector y poco a poco, este, tiene que ir armando las características psicológicas de Marcos.

El Cine
Diego Trelles es un aficionado del cine (estudio esa carrera en la Universidad de Lima) y es notorio en varios capítulos: las tomas, ángulos, los movimientos de cámara, le dan un aire de espectador al lector. Las menciones a las películas de Martin Scorsese, hacen más explicitas las escenas.

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