¿Por quién debo votar este 5 de Octubre?

Esa es la gran pregunta que muchos se hacen en los últimos días, sobre todo ese pequeño grupo de limeños que están hartos de la corruptela e ineficiencia insertada en cada esfera del sector público, y que aún no se han decidido por quién votar. Digo pequeño grupo porque hay uno más grande que está resignado al famoso y lamentable refrán: “Roba pero hace obra”.  Llama mucho la atención que el 49% de encuestados, según DATUM,  piensa, que de salir elegido Castañeda Lossio, este robará pero hará más obras. Solo en un país como en el Perú, que ocupa el último puesto en comprensión lectora, puede pasar. Hago mención al nivel educativo que tenemos, ya que son muy pocas las personas que tienen la costumbre de leer. Ese desinterés por coger un libro se ve reflejado en la nula verificación de los planes de gobierno.  La gente vota sin siquiera saber qué hará su futuro alcalde. Decepcionante. Pero también es perjudicial que ninguna entidad del gobierno centralse encargue de la supervisión del cumplimiento de esos planes. Mucho más decepcionante aun.

Pero esta resignación por aceptar la corrupción como algo normal, no ha nacido con el líder de Solidaridad Nacional, este problema lo tenemos insertado en nuestra sociedad desde hace muchos años. Quizá se acentúo más con el gobierno de Fujimori, donde muchos simpatizantes, del ex presidente,  reconocen que robó al estado pero que trabajó mucho para que el país esté libre de terrorismo y económicamente mejor a como lo encontró.

Los principales problemas que imperan en la capital son: El tránsito vehicular (solo dos candidatos han mencionado que continuaran con la reforma del transporte, Susana Villarán y Enrique Cornejo), el sicariato, robos a mano armada, etc. El elegido deberá trabajar arduamente para que no se continúe viviendo de esa forma tan estresante y temerosa en las calles.

Faltan muy pocos días para el 5 de Octubre para saber quién estará al mando de Lima en los próximos años. Sería bueno concienciarnos en estas votaciones y hacerlo de manera informada. Lima no requiere tanto un buen alcalde lo que necesita son MEJORES CIUDADANOS. Tomando como premisa ese último punto podremos avanzar a pasos agigantados.